Es el cáncer más frecuente y de mejor pronóstico ya que el crecimiento habitualmente es local y no da metástasis –no se extiende a otros órganos-.
Aunque afecta a mayores de 60 años cada vez lo vemos más en personas de menos de 40 en zonas expuestas al sol como la nariz, mejillas, frente, pabellones auriculares, escote o espalda.
Se manifiesta ya sea como algo sobresaliente en la piel, una placa o una pequeña ulcerita, con o sin costra, que crece lentamente, sin molestar nada pero que sangra ocasionalmente y no desaparece con las cremas convencionales.
Consulte al dermatólogo si presenta algunos de estos síntomas.