CÓMO MINIMIZAR LOS DAÑOS EN LA PIEL CAUSADOS POR EL USO DE MATERIAL DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL ANTE EL COVID-19

La pandemia del COVID ha hecho que no solo los profesionales más expuestos, como personal sanitario o cuerpos de seguridad,  sino también  la población general esté usando medidas de prevención excepcionales  como el uso continuado de mascarillas, guantes, geles hidroalcohólicos para las manos ó  EPIs específicos; y todas estas medidas pueden originar alteraciones en nuestra piel. Por ello, desde Bonaderma queremos darte algunos consejos.

El uso continuado de mascarillas quirúrgicas puede originar empeoramiento de algunas dermatosis faciales como acné, rosácea o dermatitis atópica, al disminuir la aireación, aumentar la temperatura y la fricción  de la piel facial. La presión que ejercen sobre la piel las mascarillas EPI,  FFP2 y FFP3, así como las distintas  gafas de protección, puede originar dermatitis de contacto principalmente irritativas, que pueden minimizarse usando algún elemento de protección entre la mascarilla y nuestra piel como apósitos hidrocoloides o cremas protectoras. Con estos sistemas de protección facial es conveniente dar un tiempo de descanso a nuestra piel,  mínimo de 15 minutos, cada 4-6 horas. Además, si tenemos que usarlos durante mucho tiempo es importante no llevar maquillaje y limpiar la piel con agua y jabón suave. Si padeces de cualquier afección facial y notas empeoramiento con el uso de estas EPIs, debes consultar con tu dermatólogo.

Respecto el frecuente lavado de manos que debemos hacer, hay que decir que lo fundamental es lavarse las manos cuando estén sucias usando algún jabón neutro, no excesivamente agresivo, con agua templada y  durante 40-60 segundos, con especial cuidado de frotar entre los dedos y las puntas de los dedos. Para desinfectarnos las manos usaremos geles hidroalcohólicos al 70%, de forma similar al lavado de manos, pero con 20-30 segundos serán suficientes (ver fotos). Estas NECESARIAS medidas higiénicas de las manos pueden originarnos dermatitis de contacto irritativa y aumentar la sequedad de nuestra piel, por lo que es conveniente que 2-3 veces al día usemos cremas hidratantes de manos o la conocida y magnífica crema de Nivea.  Respecto al uso de guantes, comentar que deben ser preferentemente de nitrilo o de vinilo, mejor que de látex para evitar alergias y, que es importante, que nuestra piel esté seca y sin restos de jabón antes de ponernos el guante.  

También, el uso de batas impermeables durante largas jornadas laborales  puede favorecer la sudoración, alterando la microbiota cutánea, produciendo retención sudoral en tronco y espalda y dermatitis irritativa en pliegues. En estos casos, recomendamos duchas cortas con jabón suave y  agua templada y aplicación posterior de emolientes. Por último, los gorros o EPIs con capucha, pueden causar en el cuero cabelludo prurito, foliculitis o dermatitis seborreica. Para evitarlos, se aconseja  llevar el pelo corto o recogido y lavar el pelo después de cada jornada laboral.

Desde Bonaderma queremos transmitir todo nuestro apoyo a los sanitarios y fuerzas de seguridad en primera línea frente al COVID.